Con un cabezazo de Gondou, la Selección ganó el superclásico, dejó afuera de París a los brasileños y hasta puede ser campeona.
El cabezazo de Luciano Gondou, casi sobre el final, es el momento soñado por cualquier futbolista cuando comienza a jugar en los potreros de nuestro país. Con ese testazo, la Selección se clasificó a los Juegos Olímpicos, le ganó a Brasil y dejó al clásico rival sin boleto a París. Después del Maracanazo en la Copa América 2021, la Argentina se da otro gusto inolvidable. Porque este triunfo en Caracas será para la historia y recordado por siempre. Sí, festejá Masche y disfrutá.
La Selección fue justa ganadora del clásico porque lo buscó siempre, asumió riesgos, fue valiente. Por eso, la celebración de los chicos, de los grandes, del cuerpo técnico, de toda la delegación. Había mucho en juego del proyecto de Selección en este torneo y todo salió mejor que lo soñado para Mascherano. Si hasta puede salir campeón dependiendo de qué pase entre Venezuela y Paraguay.
Argentina mereció más desde el vamos en el clásico ante Brasil. Con la obligación a cuestas -solo le servía el triunfo- y con un Scratch muy cauteloso, el Sub 23 llevó el peso del partido y no le esquivó a la responsabilidad. Arrancó siendo protagonista desde el minuto inicial, con paciencia, con un 4-2-3-1, con un parado táctico habitual pero con la particularidad de que el DT puso a Santi Castro de volante-delantero por derecha -el puesto que siempre ocupó Solari- cuando jugó todo el torneo de 9.
La Selección arrinconó posicionalmente a Brasil en el PT pero sin contar con muchas situaciones de gol. El rival, con un 4-4-1-1, defendió siempre muy atrás. Le dio la bola a Argentina y solo apostó a una contra de Endrick . Así, el equipo de Masche tuvo una muy clara con el tiro libre de Thiago Almada, pero después insinuó, no tuvo claridad en el último pase, casi siempre en los pies de un errático Valentín Barco.
Fuente quesabesdigital