Policiales

Testigos civiles de allanamientos dejaron más dudas que certezas

Se concretó ayer la tercera jornada del juicio que se sustancia contra una supuesta organización de Nogoyá, integrada por nueve personas, que compraba droga en Paraná y la vendía en esa localidad.
Dos de los siete testigos de los 11 allanamientos que se realizaron en Nogoyá durante la noche del 7 de mayo de 2018, dijeron que fueron engañados por la Policía. Otro dijo que estaba en un parque junto a amigos cuando fue requerido, pero sólo lo llevaron a él. Una de las juezas ironizó con que “hicieron una redrada y se llevaron varios testigos”.

La tercera jornada del juicio que se sustancia contra una supuesta organización de Nogoyá, integrada por nueve personas, se centró en los allanamientos que se realizaron a cuatro de los imputados, durante la noche del 7 y la madrugada del 8 de mayo de 2018, en el contexto de la investigación que comenzó con el estado de “sospecha objetiva” que se denominó “La Chacra”, por la presunta comercialización de estupefacientes en un predio de una hectárea sito en la zona norte de la ciudad de Nogoyá, entre Villa 3 de Febrero, calle Eva Perón e Islas del Ibicuy.

Ayer declararon siete testigos civiles y dos policías. Los primeros dejaron más dudas que certezas. Entre las primeras, el momento en que ingresaron a las viviendas a allanar y las circunstancias en la que se encontró el estupefaciente; entre las segundas, que las pruebas reactivas dieron positivas para la sustancia prohibida cocaína y que se les leyeron las actas antes de que las firmaran. Los efectivos no aportaron mucho más datos que los que brindaron los testigos civiles.

 

RESULTADOS

El estado de sospecha motivó el pedido a la magistratura de órdenes de allanamiento, por lo que se ordenó la realización de 11 allanamientos simultáneos y la interceptación, requisa y registro de automotores y de una moto, que se realizaron el 7 de mayo de 2018 a partir de las 21. El resultado de las medidas fue el secuestro en los distintos domicilios allanados de 1.361,546 gramos de cocaína, 8,96 gramos de marihuana y 172.896 pesos, celulares y armas de fuego. Los imputados son César Sebastián López, de 37 años, peluquero, oriundo de Buenos Aires; Mariano Emmanuel Giménez, de 29 años, alias Piraña, albañil; Mariano Daniel Alfaro, alias Michael, de 44 años, comerciante; Pablo Javier Salcedo, de 41 años, albañil y pintor; Marcos Abel Giménez, alias Guasón, de 30 años, albañil; Washington José Graizzaro, de 31 años, comerciante; Pablo Alejandro Balbuena, alias Pol o Poli, de 34 años, albañil; José Luis Gómez, de 30 años, albañil; y Juan Antonio Legras, de 34 años, mecánico de ferrocarril y chofer, todos nacidos en Nogoyá.

 

TESTIMONIOS

Ayer se escuchó a testigos de los allanamientos a la casa de López, Graizzaro, Balbuena y Legras. Dos testigos, un chico y una chica, que estuvieron en los allanamientos a la vivienda de Legras y Graizzaro, respectivamente, dijeron que fueron llevados por otros motivos: el varón por un robo y la mujer, para una charla. El joven manifestó “me llevaron engañado, me dijeron que era por un robo”. La chica recordó que la abordaron cuando salió de la escuela y estaba con amigos en un parque: “Supuestamente nos iba a llevar a una charla que iban a durar entre 10 y 15 minutos. Después de ahí nos separaron y nos llevaron al allanamiento”. Otro testigo, del procedimiento en la casa de Balbuena recordó que estaba con amigos en un parque tomando mate, cuando requirieron su participación. Allí se produjo una pequeña confusión, puesto que quedó la sensación de que los efectivos llevaron a varios jóvenes, como ocurrió con la aludida charla, pero el joven aclaró que sólo se lo llevaron a él. Instantes antes, una vocal del Tribunal ironizó: “Hicieron una redada y se llevaron a varios testigos”.

 

CIRCUSTANCIAS

En cuanto a los procedimientos, los testigos aludieron al paso del tiempo para recordar ciertos detalles, no obstante fueron contestes en que se secuestraron bolsitas de cocaína, dinero y celulares. Las circunstancias en que se encontró la droga dejaron algunas dudas. En el caso de los testigos del allanamiento a la casa de Legras, ambos dijeron que él les dijo a los efectivos el lugar en el que guardaba una pequeña cantidad de marihuana. En el resto de los procedimientos, la cocaína que se secuestró fue en requisas personales, donde los imputados tenían la droga en los bolsillos o en un baño, donde la droga se mojó. Lo que las defensas señalaron fue que los testigos dijeron que entraron al lugar después que se halló la droga y no antes, junto con los preventores. No obstante, varios dijeron que los hicieron observar todos los pasos de los procedimientos. También quedaron dudas respecto del momento en que los testigos ingresaron a las viviendas, puesto que todos dijeron que cuando llegaron vieron a los imputados esposados, acostados en el piso y con una gran cantidad de efectivos en el lugar. Un testigo dijo que mientras se realizaba el allanamiento a la casa de Balbuena, se cortó la luz. El incidente ocurrió mientras observaba el procedimiento. El testigo recordó que a los efectos secuestrados “los encontraron después que se cortó la luz”.

Al margen

Un testigo no recordaba cómo estaba acondicionada la marihuana hallada en la casa de Legras, lo que motivó que una vocal le preguntara “¿ha consumido marihuana?”; tras un breve silencio, el joven respondió tímidamente “sí”. La jueza lo tranquilizó: “No es delito”, y a paso seguido le repreguntó “¿usted vendió? Eso sí es delito”, a lo que el joven –pálido– respondió “no”.

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