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Sientan en el banquillo al ex premier Fillon por el escándalo de empleos ficticios

Fillon y su mujer Penolope se sentaron junto al ex diputado Marc Joulaud, quien tomó la banca del político conservador cuando fue nombrado primer ministro y mantuvo a su esposa como asistente parlamentaria.

El juicio al ex primer ministro francés Francois Fillon por supuestos empleos ficticios atribuidos a su mujer y dos hijos empezó hoy en París, tras un escándalo que estalló en 2017 en plena campaña electoral y dejó sin posibilidades al entonces favorito a la Presidencia.

Tras ser pospuesta dos días por un paro de abogados, la audiencia comenzó esta tarde en el Tribunal Correccional de la capital, pero fue suspendida poco después para que el juzgado deliberase sobre dos peticiones de la defensa que, de ser aceptadas, podrían postergar el juicio.

En una sala llena de prensa y abierta al público, los imputados se ubicaron en primera línea.

Fillon y su mujer Penolope se sentaron junto al ex diputado Marc Joulaud, quien tomó la banca del político conservador cuando fue nombrado primer ministro y mantuvo a su esposa como asistente parlamentaria.

Los tres están acusados de malversación de fondos públicos y podrían enfrentar hasta diez años de prisión, inhabilitación y unos 150.000 euros de multa, reportó la cadena Franceinfo.

El llamado Penelopegate golpeó de lleno la campaña electoral de las presidenciales de 2017 y arruinó la carrera del candidato del partido Los Republicanos, hasta entonces primero en las encuestas.

El semanario satírico Le Canard Enchainé reveló en enero de ese año que Penelope y dos de sus cinco hijos habían sido contratados con fondos públicos como asistentes parlamentarios sin ejercer realmente esas funciones.

La filtración derivó en una investigación de la Justicia que terminó imputando a Fillon dos meses más tarde, pero el entonces aspirante conservador decidió mantener su candidatura para quedar finalmente eliminado en primera vuelta.

Según la investigación, no existe testimonio objetivo ni concordante de que la cónyuge de Fillon trabajara realmente como su ayudante entre 1998 y 2002 y de 2012 a 2013, ni tampoco para Joulaud entre 2002 y 2007.

A la pareja se le imputa, además, el delito de apropiación indebida de bienes sociales por otro supuesto empleo ficticio de Penelope entre 2012 y 2013 en la revista literaria La Revue des Deux Mondes, una publicación de un empresario cercano al entonces líder de la derecha, y por el que recibió 135.000 euros.

Tres años después de que el escándalo condenara su candidatura presidencial y su futuro político, Fillon prometió aportar pruebas de la naturaleza real del trabajo de su esposa durante el juicio, que de seguir su curso se extenderá hasta el 11 de marzo.

Sin embargo, para la acusación, las actividades atribuidas a Penelope por los imputados se limitan al «rol tradicional» desempeñado habitualmente por las parejas de los políticos.

Los contratación de familiares como asistentes parlamentarios era una práctica legal y extendida en Francia, que fue prohibida en agosto de 2017 con la aprobación de la ley de «moralización de la vida política», una de las promesas estrellas de la campaña del actual presidente, Emmanuel Macron.

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