Mientras los rastrillajes ordenados no arrojan resultados positivos, ayer a la mañana, frente a Tribunales, amigas de Fátima Acevedo, allegados y el colectivo de mujeres, se concentraron para pedir por la aparición con vida de la joven y cuestionar los sistemas de protección contra la violencia de género
Un grupo de ciudadanos, preferentemente mujeres, se reunieron ayer en la explanada de Tribunales para reclamar la aparición con vida de Fátima Florencia Acevedo con vida, en forma urgente. Del paradero de la joven no se sabe nada desde el domingo. El principal sospechoso de su ausencia es Jorge Nicolás Martínez, que actualmente cumple presión preventiva.
En la concentración de ayer fue irremediable que emergieran críticas a al sistema de protección, en virtud de que Fátima Acevedo le dijo a personas de su círculo de confianza que había denunciado varias veces a Martínez, sin resultado alguno.
Los distintos medios presentes registraron expresiones que pueden ayudar a conformar una idea aproximada de lo que se piensa: “fallaron los sistema de protección”, fue el más repetido, en virtud de que “no debía ir sola a ningún lado, tenía que andar con un acompañante, tal como lo dice el protocolo”.
Una de sus amigas, Florencia López, señaló que “la última vez que tuve contacto con ella fue el 21 de febrero, en los corsos; estaba con su hijo”. Contó entonces que Fátima “no tenía relación fluida con su mamá y su papá desde los 14 años”.
Su testimonio se complementa con otros que dan cuenta de los “hostigamientos constantes” que sufría de parte de Martínez. “Era una relación enfermiza; ella iba a casa a desahogarse; y me contaba los maltratos de él”.
Según lo recogido en el lugar, aún cuando Fátima estaba en la Casa de la Mujer “Martínez mandaba mensajes con otro chip y la amenazaba constantemente”, Los detalles de las escenas de acoso y mortificación que se ventilaron son inhumanos realmente y se extienden en el tiempo, con distinto grado de virulencia.
En el mismo sentido, en las caracterizaciones surge claramente la vulnerabilidad de Fátima y la soledad en la que se encontraba. Por lo escuchado, la chica “no tenía botón antipático”, cuando iba a hacer una denuncia “no le daban artículo, le habían dado un papel viejo, que ella no entendía por qué. Y como dice en un audio, que ‘el día que la encuentren muerta, recién iban a hacer algo’”.
ENTRADA Y SALIDA
En declaraciones a Elonce TV, el intendente Adán Bahl, explicó que “lo único que hace el municipio es brindar una posibilidad de albergue”.
Respecto del lugar que alberga a víctimas de violencia, Bahl resaltó que “las mujeres que están allí, están contenidas, están cuidadas. Pero no tienen ningún tipo de restricción de ingreso y egreso. Los fines de semana se pueden retirar, tienen su vida. Solamente es un lugar de destino, de albergue. No hay un control sobre la vida de las personas. Solamente es una colaboración en donde ellas puedan estar”.
En cuanto a la desaparición de Fátima, que estaba alojada en ese lugar, se mostró “muy consternado”. “Permanentemente estamos en contacto con el gobierno de la provincia. Hablé con la ministra de Gobierno Rosario Romero y antes con el jefe de Policía. Hemos puesto a disposición todo lo que nos han solicitado y estamos atentos a que haya un desenlace feliz. Hay mucha preocupación, hay una persona detenida. Hay una investigación en curso en manos de la Fiscalía”, cronicó.
Indicio de Fátima no, pero sí marihuana
En tanto, en una zona descampada, entre Paraná y San Benito, efectivos policiales siguen buscando elementos que permitan dar con una pista de Fátima. “Desde las 6.30, personal policial continúa con el rastrillaje profundo en la zona de calles Bordón y Hernandarias. Hasta el momento, los resultados no son satisfactorios, pero se profundiza la investigación”, dijo, brevemente, el Jefe de la División Homicidios, comisario Ángel Ricle.
Entre tantas diligencias, los policías fueron testigos de un curioso hallazgo, en Hernandarias al final. Se trató de casi cinco kilos de marihuana que estaban ocultos entre los pastizales. El cargamento de estupefacientes hallado tiene un valor que asciende a medio millón de pesos, aproximadamente.
“En el momento de estar trabajando, aspirantes a agentes en la zona de montes, encontraron 5 paquetes, tipo ladrillos, que la División Toxicología analizó y confirmó que se trataba de marihuana”, se limitó a confirmar Ricle.