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Los abogados de Trump acusan a los demócratas de querer sacarlo de las presidenciales

El juicio político no debería ser un juego, (los demócratas) deberían ofrecer hechos», aseguró el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, en su inervención en el juicio político que se sustancia en el Senado.

Los abogados del presidente estadounidense, Donald Trump, acusaron a los representantes del Partido Demócrata de usar el juicio político como un «juego» partidista «peligroso» para «revertir» el resultado electoral de 2016 y evitar que el mandatario -que hoy tuiteó una retahila de insultos contra estos legisladores- busque su reelección en los comicios de este año.

«El juicio político no debería ser un juego, (los demócratas) deberían ofrecer hechos», aseguró el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, sobre el cierre de su intervención en el «muy peligroso» juicio político que se sustancia en el Senado.

Cipollone insistió en que lo que se les pide a los senadores no solo «es revertir el resultado de las elecciones pasadas», al advertir que buscan también evitar que el presidente concurra a las elecciones de 2020.

«(Los demócratas) están aquí para perpetrar la mayor interferencia en unas elecciones en toda la historia de EEUU», subrayó el letrado, según consignó la agencia de noticias EFE.

En esta primer jornada de la defensa de Trump, tras las tres de acusación de los legisladores demócratas constituídos en fiscales para este juicio, los abogados delinearon los ejes de su argumentación en una intervención de algo más de dos horas en los que rebatieron los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.

La brevedad de los abogados de Trump en su primera jornada contrastó con la prolongada exposición de los «fiscales» demócratas, liderados por el congresista Adam Schiff, quienes hablaron por ocho horas en las tres sesiones previas.

(Los demócratas) están aquí para perpetrar la mayor interferencia en unas elecciones en toda la historia de EEUU

Cuando estaba iniciando la jornada destinada a la defensa, Trump utilizó la red social Twitter, su red preferida, para fustigar incluso con insultos a las principales figuras demócratas.

El juicio político, (impeachment) contra el mandatario se retomará el lunes a mediodía, cuando comparecerán los líderes de la defensa, los abogados Kenneth Starr y Robert Ray, que en la década de 1990 acapararon la atención del país en su rol de fiscales especiales e independientes que con su investigación lograron poner contra las cuerdas a Bill Clinton (1993-2001), juzgado por un conjunto de razones, entre las que destacó el escándalo sexual con la pasante de la Casa Blanca Mónica Lewinsky.

Starr y Ray estarán acompañados en el estado por Alan Dershowitz, un polémico profesor retirado de Derecho Constitucional que cuenta entre sus antiguos clientes a la ex estrella del fútbol americano OJ Simpson, juzgado y absuelto por el presunto asesinato de su ex esposa y de un hombre, o el malogrado Jeffrey Epstein, muerto el pasado año en extrañas circunstancias en su celda cuando espera ser procesado por pedofilia.

El juicio político contra Trump está presidido por el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos y los siete diputados designados por la Cámara de Representantes ejercerán de fiscales de un proceso en el que todos los senadores deben actuar como jurado, independientemente del partido en el que militen.

El proceso de impeachment abarca la investigación y votación en la Cámara de Representantes, donde Trump fue oficialmente reprobado en diciembre, convirtiéndose así en el tercer mandatario estadounidense censurado, y el juicio político en la Cámara Alta, en el que, hasta la fecha, ningún mandatario ha llegado a ser destituido.

Pese a la expectativa que genera este nuevo impeachment, la destitución de Trump que reclama la oposición demócrata es un escenario muy poco probable ya que los republicanos, que se han mostrado fieles al mandatario y sin fisuras, gozan de mayoría absoluta en una Cámara Alta que requiere de dos tercios para declararle culpable.

El proceso comenzó a raíz de una denuncia presentada por un oficial de Inteligencia que consideró que la llamada que realizó Trump a Zelenski el 25 de julio fue un intento de presionarle para obligarle a abrir una investigación sobre la familia del principal candidato del Partido Demócrata a la presidencia, Joe Biden, paralizando hasta entonces la entrega de más de 300 millones de dólares de ayuda militar a Kiev y aplazando la invitación para una reunión en la Casa Blanca.

Trump afirma que es víctima de una «caza de brujas» y que su llamada fue «perfecta», a pesar de las contradicciones que se han observado en el Gobierno desde la denuncia del funcionario anónimo por la supuesta campaña de presión a Ucrania.

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