El ex presidente George W. Bush lanzó la invasión tras los atentados de 2001 en Nueva York y Washington. Dudas sobre el acuerdo de paz.
La invasión de Afganistán liderada por Estados Unidos en octubre de 2001, casi un mes después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, fue el inicio de una incierta aventura militar que está cerca de acabarse, si se respeta el acuerdo firmado este sábado entre Estados Unidos y los talibanes para terminar con la presencia militar de Washington en el país asiático.
El presidente George W. Bush lanzó la operación «Libertad Duradera» el 7 de octubre de 2001, tras los ataques del 11 de septiembre que mataron a cerca de 3.000 personas en suelo estadounidense.
El entonces régimen islamista talibán en el poder en Kabul daba refugio a Osama bin Laden y a su red Al Qaeda, a la que Estados Unidos responsabilizó por los ataques.
Washington exigía a los talibanes la entrega de Bin Laden, a lo que el movimiento islamista se negó.
En pocas semanas, la coalición internacional liderada por Bush derrota y saca del poder a los talibanes, que habían ocupado Kabul tras largos años de guerra civil, en 1996.
Además de los ataques aéreos, Washington dio apoyo a la Alianza del Norte, una serie de tribus que peleaban contra los talibanes. Al 1 de noviembre, Estados Unidos ya tenia desplegados 1.000 soldados en territorio afgano, que pasarían a ser 10.000 al año siguiente.