Internacionales

La conclusión número uno del discurso de Biden

La tarea del presidente Joe Biden, mientras miraba a Estados Unidos a los ojos desde la Oficina Oval, era explicar por qué una nación cansada de sus propios atolladeros extranjeros y distanciamientos políticos debería enviar US$ 100.000 millones para ayudar a otras personas a librar sus guerras.

Su respuesta fue que Israel y Ucrania estaban librando luchas existenciales y que sus guerras no eran sólo las suyas, sino que eran fundamentales para la seguridad de cada estadounidense que presenciaba su discurso en horario estelar este jueves.

Pero la conclusión más profunda de lo que fue apenas su segundo discurso en la Oficina Oval fue la siguiente: si bien Biden programó su aparición para discutir dos naciones que luchan por su supervivencia contra ataques externos, su tema real fue Estados Unidos mismo, y percibió amenazas a sus valores fundamentales en un era política volátil.

Imploró a su país que honrara el papel global que ha cimentado un orden mundial estable desde la Segunda Guerra Mundial y que rechazara el apaciguamiento de terroristas y tiranos. Y en comentarios que presagiaron una candidatura a la reelección que ayudará a decidir el carácter de Estados Unidos y su lugar en el mundo en los años venideros, buscó inspirarlo a rechazar la intolerancia mientras la política amarga hace estragos en casa.

Relacionadas