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Guaidó visita el país en medio tensiones por la negativa de Sánchez a recibirlo

La decisión del presidente del gobierno español de no recibirlo se fundamenta en no perjudicar las negociaciones a favor de una salida dialogada al conflicto venezolano.

El líder opositor de Venezuela Juan Guaidó visitó hoy España, donde su presencia en Madrid generó tensión interna por la decisión del presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, de no recibirlo para evitar perjudicar las negociaciones a favor de una salida dialogada al conflicto venezolano.

Guaidó eligió el escenario más complicado para cerrar su gira por Europa, que en la última semana le permitió mantener contactos con altos mandatarios europeos.

El dirigente venezolano fue recibido entre gritos de «¡Presidente!, ¡Presidente!» por simpatizantes en el aeropuerto de la capital española y, sobre el final de tarde, cientos de personas lo aclamaron en la céntrica Plaza del Sol.

Sin embargo, Guaidó – quien hace casi un año se autoproclamó mandatario interino del país, reconocido por España y casi 60 países, pero no consiguó su objetivo de desplazar al gobierno de Nicolás Maduro-, no logró una audiencia con Sánchez, quien delegó el compromiso a la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

La actitud del Ejecutivo español contrastó con la de otros dirigentes europeos que se reunieron con Guaidó esta última semana, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron; la canciller alemana. Ángela Merkel; el primer ministro británico, Boris Johnson, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

«Estoy emocionado por lo que hemos encontrado en Europa: logramos unificar una causa que es de todos los venezolanos, para exigir sobre nuestro futuro y recuperar nuestra democracia. Hoy sabemos los venezolanos que no estamos solos», afirmó el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela al aterrizar en Madrid.

Desde el aeropuerto se trasladó a la sede de Casa América, donde mantuvo encuentros con el líder delo opositor Partido Popular (PP) Pablo Casado, el secretario de relaciones internacionales del gubernamental Partido Socialista (PSOE), Héctor Gómez, y la jefa de la diplomacia española, quien no lo recibió en su ministerio.

A pesar del tímido recibimiento oficial, González Laya le trasladó a Guaidó “el pleno respaldo del Gobierno de España a su figura”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores, así como la voluntad de su país de «contribuir con todos los medios a su alcance a crear las condiciones para que se celebren elecciones presidenciales con garantías democráticas» en Venezuela.

El propio Sánchez defendió hoy esta misma posición, que provocó una fuerte tormenta política interna debido a que la oposición de derecha se volcó en apoyo a Guaidó, utilizando la crisis de Venezuela como un arma para desgastar al flamante gobierno de coalición español.

«Defendemos una respuesta dialogada para una pronta celebración de elecciones. Somos un Gobierno que siempre hemos apoyado a la oposición venezolana», remarcó hoy Sánchez, cuyo socios de gobierno, el partido de izquierda Unidas Podemos (UP) no reconoció a Guaidó como «presidente «interino».

El jefe del Ejecutivo de coalición también defendió a su ministro de Transporte, José Luis Ábalos, quien se vio envuelto en un confuso episodio por un encuentro -revelado por la prensa- con la vicepresidenta de Venezuela -y número dos del presidente Nicolás Maduro- Delcy Rodriguez el pasado domingo en el aeropuerto internacional de Bajaras.

En ese sentido, Sánchez dijo que Ábalos evitó «una crisis diplomática» en referencia a que, según la versión oficial, disuadió a Delcy Rodriguez para que no ingresara a territorio europeo, algo que tiene prohibido debido a las sanciones impuestas en su contra por la Unión Europea (UE).

Ábalos, por su parte, sostuvo en una entrevista publicada hoy que España tiene que «equilibrar» más su posición que otros países para defender una salida negociada en Venezuela para que haya elecciones.

Pero Casado reprochó a Sánchez «no estar a la altura» como otros países que están «liderando la oposición al régimen de Maduro».

Guaidó, en cambio, evitó confrontar con el gobierno español y minimizó el desplante de Sanchez, al que dijo que espera ver pronto en Venezuela.

El presidente de la AN de Venezuela fue arropado por los dirigentes conservadores del gobiernos municipal y regional de Madrid, en manos del PP, que le concedieron honores como la «Llave de Oro» de la ciudad de Madrid, antes de culminar su gira micrófono en mano frente a cientos de exiliados e inmigrantes venezolanos a los que prometió que hará «todo lo necesario para enfrentarse a la dictadura».

«Los venezolanos no estamos solos» fue la frase que más repitió Guaidó en sus intervenciones. No obstante, advirtió que «necesitamos presión en todos los sentidos», e incluso, calificó de «factible» una opción como la ocurrida en Bolivia, que desencadenó en la salida de Evo Morales de la presidencia.

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