El exmandatario aseguró que hubo una orden para sacarlo de la pelea electoral. «Es un atentado a la democracia», expresó.
El expresidente boliviano Evo Morales acusó el viernes a los Estados Unidos de influir en la decisión del Tribunal Supremo Electoral de su país, que inhabilitó su postulación como senador en las elecciones del 3 de mayo.
«Cumplimos con todos los requisitos. Por instrucción de la embajada de los Estados Unidos no aprobaron la legalidad», aseguró el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) en una conferencia de prensa en Buenos Aires, donde reside como refugiado político. El exmandatario advirtió que «los pueblos están movilizados y organizados». «Vamos a seguir luchando por nuestra soberanía y dignidad», anticipó.
El Tribunal Electoral inhabilitó a Morales para ser candidato a senador por la región de Cochabamba ya que actualmente no vive en Bolivia, requisito indispensable para integrar el Poder Legislativo según la constitución del país andino. Tras 14 años en el poder, Morales renunció en noviembre de 2019 cuando la policía y las fuerzas armadas le retiraron su apoyo en medio de violentas protestas contra un supuesto fraude en las elecciones presidenciales del 20 de octubre de las que se proclamó ganador y en las que buscaba un cuarto mandato.
Tras asilarse en México por un corto tiempo, se refugió en Argentina, desde donde dirige la campaña de su partido. «No quieren que Evo vuelva a Bolivia, es la instrucción de Estados Unidos. Que ni siquiera Evo vaya a la frontera con Jujuy y Salta. Esta inhabilitación es un atentado a la democracia o tienen miedo a la democracia finalmente. Pueden hacer lo que quieran conmigo, pero que no destruyan la democracia, que no destruyan a Bolivia», sostuvo.