Sin cánticos del pasado como el «sí, se puede» o el «vamos a volver», el recinto se mantuvo en un tono más discreto y sereno, al punto que tampoco aparecieron pancartas en las bancas o papelitos lanzados desde los palcos.
El presidente Alberto Fernández dio este domingo su discurso ante un recinto que no exhibió el enfrentamiento verbal y gestual de otros años entre oficialistas y opositores y en el cual el color verde indentificatorio de la legalización del aborto se destacó entre las bancas.
Con un matiz intermedio entre los efusivos discursos de Néstor y Cristina Kirchner y los medidos de Mauricio Macri, el primer mandatario leyó su mensaje entre las 12.02 y las 13.19.
La exposición de Fernández superó en tiempo a los del líder del PRO, que oscilaron siempre la hora de duración, y quedó lejos de las largas exposiciones de Cristina Fernández de Kirchner.
Un tímido «Alberto presidente» cuando el primer mandatario ingresó al recinto surgió desde el bloque del Frente de Todos, donde, incluso, algunos se pusieron de pie y aplaudieron al ritmo del cántico.
En ese contexto, Máximo Kirchner mostró su rol institucional: no aplaudió ni cantó durante el momento de efusividad de sus compañeros.
Además, la oposición se mostró respetuosa del discurso del Presidente, lejos de las risas irónicas que hasta el año pasado lanzaba el entonces Frente para la Victoria cada vez que Mauricio Macri daba un indicador de dudosa comprobación.
También diferente a los tiempos en que los entonces diputados opositores Fernando Iglesias, Patricia Bullrich o Laura Alonso cuestionaban desde sus bancas los discursos de Cristina Kirchner.
En el rubro pancartas, sólo la izquierda instaló su clásica arenga contra el pago de la deuda externa: «No al FMI y su ajuste. Desconocer la deuda», rezaba el cartel delante de las bancas de Nicolás del Caño y Romina del Plá.
“Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso”. El presidente @alferdez durante la apertura de sesiones ordinarias. #AsambleaLegislativa2020
A diferencia de la escasez de pancartas, los pañuelos verdes a favor del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo ocuparon más de la mitad de las bancas oficialistas y una decena de lugares de la oposición.
Los radicales Emiliano Yacobitti, Dolores Martínez, Karina Banfi, Lorena Matzen y Claudia Najul, y Silvia Lospennato, del PRO, fueron algunos de los que se sumaron.
Como contraste, Dina Rezinovsky, la diputada evangelista del PRO que asumió en diciembre, exhibió delante de su banca un pañuelo celeste.
En cuanto a la treintena de aplausos los hubo de diferente intensidad por parte del Frente de Todos, e incluso algunos de ellos también llegaron desde legisladores de la oposición.
Lospennato, la cordobesa radical Soledad Carrizo y su correligionaria porteña Martínez fueron las que más pasajes del discurso del presidente aplaudieron.
El anuncio en materia de inteligencia, quitándole poder a los agentes de la AFI, fue uno de los que más respaldos recibió: lo aplaudieron muchos integrantes de Juntos por el Cambio y la mayoría del Interbloque Federal.
Las referencias a las políticas sobre Malvinas o la alusión al hundimiento del ARA San Juan también fueron motivo de aprobación por parte de las bancadas opositoras.