Desde el jueves suspendió todas sus actividades. El miércoles se lo vio estornudando durante la audiencia con los fieles.
Tras suspender un viaje a Roma la semana pasada por una “leve enfermedad” el papa Francisco anunció ahora que no participará de los ejercicios espirituales de Cuaresma en esa ciudad italiana debido al resfrío que sufre hace varios días.
La salud del pontífice preocupa especialmente por el brote de coronavirus que se expande rápidamente en Italia, que ya es el tercer país más afectado, con 1128 casos y 29 muertos.
«Les pido una oración para los ejercicios espirituales de la Curia Romana, que esta tarde comenzarán en Ariccia. Por desgracia el resfriado no me permite participar este año, seguiré desde aquí las meditaciones. Me uno espiritualmente a la Curia y a todas las personas que están viviendo momentos de rezo, haciendo los ejercicios espirituales en casa», dijo Francisco este domingo después del rezo del Ángelus.