Abdulah Abdulah resultó ileso en el ataque a tiros contra un acto al que asistió. Hubo 34 muertos, incluidos los dos agresores. Los talibanes negaron su responsabilidad.
Un ataque a tiros contra un acto al que asistía el líder de la oposición de Afganistán dejó 34 muertos, incluidos los dos agresores, en el primer atentado en Kabul desde la firma de la paz entre Estados Unidos y los talibanes, que negaron su responsabilidad.
El ex primer ministro y actual líder opositor Abdulah Abdulah resultó ileso en el ataque, al que también asistían ortos dirigentes políticos de primer orden y en el que se honraba la memoria de un líder de la minoría islámica chiita, dijeron autoridades.
Los talibanes negaron haber estado detrás del atentado, que llegó días después de que los islamistas firmaran un ambicioso acuerdo de paz con Estados Unidos que sienta las bases para una retirada de las tropas estadounidenses del país asiático.
El grupo islamista sunnita Estados Islámico (EI), que también opera en Afganistán y es rival de los talibanes, ha atacado a los chiitas afganos numerosas veces, porque los considera herejes.
Después de abrir fuego, los dos atacantes se atrincheraron en un edificio de departamentos en construcción, lo que derivó en un asedio de cinco horas por parte de las fuerzas de seguridad.
Los agresores finalmente fueron muertos y las fuerzas de seguridad registraron todo la obra, informó el vocero del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.
El Ministerio de Salud dijo en un comunicado que 32 personas murieron en el ataque, sin cotar a los dos agresores, y que 58 resultaron heridas.
El acto atacado era en memoria de Abdul Ali Mazari, un líder político hazara que fue secuestrado y asesinado por los talibanes en 1995. Los hazaras son en su mayoría chiitas.
Del acto también participaba el jefe del Alto Consejo para la Paz de Afganistán, Mohamad Karim Jalili, quien también resultó ileso, informó el canal de TV local Tolo.
El portavoz de los talibanes afganos, Zabihullah Muyahid, negó que sus milicianos estén vinculados con el ataque.
El EI reivindicó el atentado más mortífero en Kabul del año pasado, en el que un atacante suicida mató a 63 personas e hirió a más de 180 al inmolarse en una fiesta de casamiento de la comunidad hazara.
Desde su cuenta de Twitter, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, condenó el ataque, al que definió como «un acto inhumano» contra el gobierno de unidad nacional de Afganistán, y expresó su solidaridad y apoyo a Abdulah y a Jalili.
از رويداد حمله بالاي گردهمايي مردمي شديدا متاثر شدم.
اين حمله يك جنايت ضد بشري و عليه وحدت ملي افغانستان است.
با برادرانم داكتر عبدالله و استاد خليلي از طريق تيلفون جوياي احوال شدم.— Ashraf Ghani (@ashrafghani) March 6, 2020
El ataque llega días después de que los talibanes firmaran el 29 de febrero en Doha un histórico acuerdo de paz con Estados Unidos que contempla un calendario de retirada de todas las tropas internacionales en los próximos meses y la apertura de una mesa de diálogo entre líderes afganos, aunque no establece un alto al fuego.
Dos días después de firmar el pacto, los talibanes anunciaron que reanudarían los ataques contra las fuerzas de seguridad y el Ejército afgano, y exigieron al gobierno de Kabul que aceptara el intercambio de presos contemplado en el acuerdo de paz con los Estados Unidos como medida para generar confianza antes del diálogo.