El súbito cambio en la atmósfera política ecuatoriana causado por una serie de asesinatos políticos, sobre todo el del candidato presidencial Fernando Villavicencio, y el resultado del debate entre los candidatos organizado por el Consejo Nacional Electoral modificaron los pronósticos que hasta hace apenas tres semanas daban como muy posible ganador en primera vuelta al binomio de la Revolución Ciudadana integrado por Luisa González y Andrés Arauz. Éste efectivamente se impuso, pero con guarismos inferiores a los esperados y que -al día de hoy, al menos- arrojan sombras sobre las perspectivas de enfrentar el desafío del ballottage con fundadas expectativas de victoria.
Hecho el recuento de los sufragios la fórmula del correísmo se alzó con un 33,33 por ciento de los votos, un porcentaje casi idéntico al que obtuviera Andrés Arauz en la primera vuelta de la elección presidencial del 2021 cuando capturó el 32,72 por ciento de los sufragios. Dada esta situación el binomio actual deberá enfrentarse en un ballottage con Daniel Noboa (hijo del multimillonario Álvaro Noboa, tal vez el mayor exportador de bananas a nivel mundial) quien encabezó la fórmula de la Alianza Democrática Nacional y obtuvo el 23,65 de los votos.
El tercer lugar, con el 16,50 % fue para Christian Zurita, que reemplazó al asesinado Fernando Villavicencio, seguido muy de cerca por Jan Topic, un empresario que vende servicios de seguridad y que como es público y notorio está íntimamente conectado con la red mundial de fuerzas privadas de seguridad, es decir, mercenarios. Este personaje obtuvo un 14,68 por ciento y el mismo domingo a la noche se apresuró a declarar que solicitaría a sus votantes que apoyaran al magnate bananero en la segunda vuelta.
Zurita, periodista de profesión, se destacó en los últimos años por la virulencia de sus agravios y calumniosas acusaciones lanzadas junto al finado Villavicencio en contra del expresidente Rafael Correa, en una operación en donde muchos en Ecuador creen que haya sido por encargo del corrupto presidente saliente Guillermo Lasso e inclusive del igualmente corrupto expresidente Lenín Moreno. Este fue acusado en 2023 por la Fiscalía General del Estado de haber recibido 76 millones de dólares en sobornos de la empresa Sinohydro para la construcción de la mayor central hidroeléctrica del país.
Tanto Lasso como Moreno son mortales enemigos de Correa y no vacilarían un minuto en ordenar la comisión de cualquier tipo de delito con tal de enturbiar la imagen del expresidente y de su fuerza política. Efectivamente, un aluvión de fake news -reproducidas masivamente por las redes sociales y los medios hegemónicos– acusó a Correa de haber sido el instigador del asesinato de Villavicencio. Esta infamia encontró suelo fértil en un sector de la opinión pública y afectó las chances electorales de Revolución Ciudadana y fortaleció a quienes proponían una “mano dura” para contener la espiral de asesinatos que convirtió al Ecuador en uno de los países más violentos de la región.