Una jueza estadounidense sentenció al estratega político Roger Stone por mentir al Congreso durante la investigación de la interferencia electoral rusa.
Una jueza estadounidense sentenció hoy a 40 meses de prisión al estratega político Roger Stone por mentir al Congreso durante la investigación de la interferencia electoral rusa, luego de que los constantes pedidos del presidente Donald Trump de cerrar el caso contra su amigo desataran acusaciones de presiones del mandatario a la Justicia.
La sentencia llegó días después de que el fiscal general William Barr, quien es miembro del gabinete de Trump, tomara la muy inusual medida de rebajar los años de prisión contra Stone que había recomendado su propio Departamento de Justicia, lo que provocó la renuncia de todo el equipo de fiscales del caso.
La jueza de apelaciones Amy Berman Jackson dijo que los delitos cometidos por Stone justificaban un tiempo importante tras las rejas, aunque señaló que la pena de entre siete y nueve años de cárcel originalmente sugerida por el Departamento de Justicia era excesiva, informó la cadena CNN.
La defensa de Stone había pedido que fuera puesto en libertad condicional, dados sus 67 años y el hecho de que no tenía antecedentes.
Stone no tuvo ninguna reacción en la corte cuando la jueza leyó la sentencia, que quedará en suspenso mientras considera un pedido de la defensa de que se celebre un nuevo juicio.
Stone fue condenado en noviembre por siete cargos, incluyendo mentir al Congreso, manipular a testigos y obstruir la investigación de la Cámara de Representantes sobre si la campaña de Trump se confabuló con Rusia para ayudarlo a ganar las elecciones presidenciales de 2016.
La sentencia de hoy llegó luego de la defensa sin pausa que Trump hizo de su amigo de muchos años y que derivó en una revuelta dentro del Departamento de Justicia contra Barr y a acusaciones de la oposición demócrata de que el presidente estaba interfiriendo con la Justicia.
El día que los fiscales del caso pidieron entre siete y nueve años de prisión para Stone, el mandatario lo objetó por Twitter y lo calificó de «aberración judicial».
Ese mismo día, Barr, secretario de Justicia, revirtió esa decisión y recomendó una pena menor, lo que provocó la renuncia de todo el equipo de fiscales del caso y que más de 1.100 ex fiscales le pidieran la renuncia.
En un inusual reproche al presidente, Barr dijo después a Fox News que los constantes tuits de Trump le hacían «imposible» desempeñar su trabajo, aunque negó que el presidente le hubiera pedido interceder por Stone.
Al día siguiente, Trump ignoró el pedido de Barr e insistió en su «derecho legal» de intervenir en casos judiciales pese a la histórica independencia del Departamento de Justicia.
Hace apenas dos días, el presidente había pedido por Twitter «desechar» todo el caso.
En la audiencia de hoy, Jackson negó enojada que Stone sea penalizado por su visión o sus contactos políticos.
«No fue procesado, como algunos han afirmado, por defender al presidente. Fue procesado por encubrir al presidente», dijo.
La magistrada reprochó a Stone el uso que hizo de sus redes sociales para fomentar animadversión contra el jurado y ella misma, que incluyó el uso de una foto de Jackson con una cruz sobreimpresa sobre ella.
«Esto es intolerable», señaló Jackson.
Stone es el sexto ex ayudante de Trump condenado en relación a la investigación del fiscal especial del FBI Robert Mueller para determinar si hubo interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y complot entre Moscú y la campaña de Trump.
En su informe final, Mueller dijo que la investigación no halló pruebas de que la campaña de Trump estuviera confabulada con la campaña de interferencia electoral que sí realizó Rusia, pese a que estaba al tanto y esperaba beneficiarse de sus efectos.
Sobre si Trump incurrió en el delito de obstrucción de la Justicia, el informe dijo que, dado el enfoque legal con que se hizo, la investigación «no concluye que el presiente cometió un crimen» pero «tampoco lo exonera».