Lo escribió Sheindi Miller-Ehrenwald, que tenía 14 años cuando fue llevada al campo de concentración.
Sheindi Miller-Ehrenwald fue sometida a trabajos forzados en una fábrica de armamento alemana. Eso fue tras sobrevivir a Auschwitz, donde murió su familia. Tenía 14 años y en aquella fábrica reconstruyó, en el revés de las fichas de pedidos, el diario que escribió en pedazos de papel arrugados durante la deportación y también en el campo de exterminio. En total suman 54 tarjetas amarillentas escritas en húngaro, que solo ahora, 75 años más tarde, salen a la luz y que forman un testimonio excepcional. Su autora, una sobreviviente de 90 años, siente que ahora llegó el momento de hacerlas públicas, de contribuir a la lucha contra el olvido que marca este aniversario de la liberación del campo de exterminio. “Cuando escucho que hay gente que niega el Holocausto, aquí está todo escrito. Pasó y haré todo lo posible para que no se olvide”, promete la mujer, en imágenes emitidas por los medios alemanes.
En las tarjetas, que se exhiben en Berlín por primera vez, describe con letra abigarrada, por ejemplo, cómo soldados alemanes y policías húngaros ordenan salir de los vagones a los cabezas de familia. “Mi padre sale y un cuarto de hora después vuelve y dice que todo el que tenga dinero, bolsos de cuero, relojes y otros objetos de valor debe entregarlos en cinco minutos. Nadie debe tratar de huir, porque si falta una sola persona, dispararán contra todos y cada uno del vagón”. Cuenta cómo un bebé de cuatro meses y una conocida murieron, cómo los sacaron del tren y la madre no sabe dónde está el cuerpo de su hija. “La vida es dura y los humanos son capaces de aguantar más que los animales”, escribe.
(fuente tn)