Los operativos fueron simultáneos y duraron más de seis horas. Participó personal de la AFIP, con el apoyo del Escuadrón 56 de Gendarmería Nacional, por una orden del Juzgado Federal de Gualeguaychú.
El juez Federal Hernán Viri tiene a su cargo la denuncia por la desaparición de 7 millones de dólares de la firma de jugos RPB S.A, Baggio. Una parte de la familia afirma que fue víctima de una estafa y la otra acusa a los primeros de haber vaciado la empresa.
La noticia explotó en Gualeguaychú y resonó en los medios nacionales quince días atrás y desde entonces la Justicia inició una investigación para determinar si realmente se trató de una maniobra de “phishing” (estafa digital) o de un vaciamiento. Ante ello, se ordenaron tres allanamientos simultáneos que se realizaron en tres puntos específicos que hay en la causa.
A las 11 de la mañana de ayer se presentó el personal de AFIP, junto a especialistas en informática y Gendarmería Nacional, en la planta de la empresa RPB, situada en el Parque Industrial de Gualeguaychú.
Este fue el procedimiento más arduo y que más tiempo llevó, porque debieron secuestrar una importante cantidad de documentación y de soportes tecnológicos.
Otro allanamiento se realizó en el Banco Santander, ubicado en calle Urquiza, en pleno centro de la ciudad, donde también se secuestró material. Y el tercer y último operativo se llevó a cabo en la vivienda de la ex empleada que fue quien denunció la maniobra que está en pleno proceso judicial.
El procedimiento se realizó en una vivienda de calle Schachtel y como en el resto de los lugares, también se secuestró material que a la postre será peritado.
Los allanamientos tienen su raíz en la investigación que intenta determinar y obtener pruebas de la desaparición de 7 millones de dólares, es decir 441 millones de pesos según el cambio oficial.
Desde un sector de la empresa se informa que fueron víctimas de una estafa, pero los accionistas de la familia que no forman parte del directorio hablan de una fuga intencionada de capitales líquidos y en efectivo.
Según pudo averiguar El Día, la fuerza federal no permitió que el personal que se encontraba en la planta y en la zona de oficinas permaneciera en el lugar, y en consonancia a este accionar, dejaron a un gendarme en la puerta de la planta del Parque Industrial para que impida los movimientos de entrada y salida del personal y los proveedores.
Los únicos que salieron y entraron fueron los camiones, que pudieron abandonar la planta luego de un minucioso chequeo por parte de Gendarmería.
Según denunciaron en los fueros locales y federales, la empresa RPB S.A. (más conocida como Baggio) sufrió o una estafa o un vaciamiento, según se escuche a cada uno de los bandos en disputa.
Según un comunicado difundido por el directorio, RPB S.A denunció que en diciembre del año pasado fueron estafados en un monto importante, aunque aclaran –jamás mencionando el monto– que “representa un porcentaje no significativo” en relación a la facturación mensual.
Sin embargo, miembros de la familia Baggio y accionistas de la firma, que no son parte del directorio, denuncian que lo sucedido no fue una estafa sino un desviamiento a cuentas off shore del capital líquido de RPB S.A. y que el mismo equivale a 7 millones de dólares, es decir 441 millones de pesos según el cambio oficial.
Según la denuncia, a una empleada de RPB le habría llegado un mail por parte del directorio con la orden de hacer los giros y las movidas monetarias. Según se supo más tarde, esos correos con las órdenes de transferencias eran falsos y apócrifos, similares a los que utilizan los hackers cuando quieren emular un sitio bancario para estafar a personas.
Inmediatamente después de que esas transferencias fueron hechas, entró en juego el entramado de la estafa o vaciamiento: El dinero se retiró de más de 40 cuentas off shore radicadas en Asia, y esos dólares (los 7 millones) fueron retirados en efectivo en China.