El primer mes del año dejó como saldo, en promedio, la aprehensión por distintos delitos de cinco ciudadanos por día en Paraná. Fuentes judiciales consignaron que en algunos casos la cifra se elevó a ocho personas. La mayoría de los delitos se cometen contra la propiedad, mientras que los perpetrados contra la vida se mantienen en guarismos similares a otros años, para el mismo mes.
Las cifras generaron alarma en el Ministerio Público Fiscal (MPF). Fuentes judiciales precisaron a El Diario que durante enero se produjeron en promedio en Paraná, la detención de cinco personas por día que fueron aprehendidas acusadas de cometer algún delito.
La cifra, en no pocos días del primer mes del año se elevaba a entre ocho y 10 ciudadanos. Según se indicó, la información surge de los partes de novedad que dan cuenta a los fiscales de la “actividad” diaria.
Aquellos partes dieron cuenta de un incremento de los delitos contra la propiedad. En los casos de ingresos a viviendas, en algunos con escalamiento, muchos se produjeron sin violencia.
También aumentaron los arrebatos en la vía pública. Este delito de difícil control tiene como víctimas específicas a mujeres. Según se indicó, el accionar de los delincuentes se dirige en el 80 por ciento de los casos, a mujeres, en tanto que el resto tiene como víctimas a menores o personas muy jóvenes.
Si bien se reconoció un incremento alarmante de los delitos contra la propiedad, las fuentes señalaron que los denominados hechos de sangre fueron escasos durante enero. En este sentido se indicó que los guarismos se mantuvieron dentro de la tendencia que aquellos hechos vienen exhibiendo en años anteriores, para el mismo período. También se diferenció la naturaleza de aquel tipo de delito, que encuentra motivaciones en enfrentamientos entre bandas o disputas en el que el consumo de estupefacientes aumentaría los niveles de violencia, ya que no dependerían directamente del control de las fuerzas de seguridad.
Las fuentes fueron muy precisas al señalar que una parte importante de los detenidos por delitos contra la propiedad “exhibieron consumos problemáticos de estupefacientes”. En este sentido se ahondó que de los abordajes que se les realizó se detectó que “la droga es su vida” por lo que decidirían cometer un delito para conseguir más droga. También se sostuvo que no pocos detenidos estaban bajo en efecto del consumo de estupefacientes o mostraron síntomas de abstinencia. En este sentido, se señaló que aquellos “son las personas más violentas. Cuando necesitan drogas o están en abstinencia, se ponen más violentos y no miden las consecuencias de lo que hacen, saben que está mal pero no las miden”.
Entre los delitos que determinaron un comienzo de año “caliente” y no por la natural temperatura que caracteriza al verano paranaense, se encuentran hechos de violencia familiar. Las fuentes consultadas precisaron que en algunos se trató de hechos de violencia “exacerbada” por el consumo de estupefacientes. En este sentido, se mencionó el caso de un joven que literalmente “arrancó el marco de la puerta de su casa”.
“Las cifras lo demuestran”
“El consumo de estupefacientes genera delitos más violentos” resaltó una de las fuentes consultadas, y añadió que “lo demuestran las cifras”. En este sentido se deslizó un cuestionamiento a la ausencia del Estado para abordar con efectividad la problemática.
Así, se evaluó que “las herramientas que tiene el Estado para trabajar en esta problemática son demasiado grandes” y apelando a una metáfora de inicio bélico y final sanitario, se ejemplificó que “se tiran misiles cuando lo que se necesita es un bisturí para tratar a la persona que exhibe consumo problemático”.
En este sentido se sostuvo que “la visión tiene que ser integral; del lado de la Justicia, de acuerdo al rol que le asignó el ordenamiento legal estatal, se actúa ante la comisión de un delito. Queda la sensación de que no se busca el fin de resocializar al ciudadano que cometió un delito, sino tornarlo inocuo para que no afecte a la sociedad, pero así se olvida a a persona en tanto que sujeto. Esto no es la función de la Justicia. Por eso la pregunta es ¿quién se encarga de ellos en general”.
Otro dato que se aportó consistió en que la tasa de reincidencia en personas con consumo problemático de alcohol, es muy alta. Finalmente se resaltó que “la delincuencia vinculada a la droga, no da tregua, y muestra un incremento; la Justicia aborda la problemática porque es su obligación, pero desde el lugar que le otorga el ordenamiento legal del Estado, que es investigar los hechos y si se demuestra la responsabilidad de los acusados, aplicar las sanciones que correspondan”